-FRANCISCO J. URIZ
-RAMÓN ABAD HIRALDO
-CARMEN BANDRÉS
-DAVID VELA
-FERNANDO GRACIA GUÍA
-SUPLEMENTO ARTES&LETRAS (HERALDO DE ARAGÓN)
Suplemento ARTES & LETRAS del HERALDO DE
ARAGÓN
Por José Mª HERNÁNDEZ
DE LA TORRE
Los jueves,
festín. Un convite semanal de nutritivas calorías culturales. El bello y
sorprendente diseño del aperitivo de bienvenida sirve de entrante a un menú
variado y suculento. En su primer plato se ofrecen productos de Aragón y del
resto del mundo, junto con un picoteo
de entremeses de lectura y una barra
de exquisito pan de fábulas librescas, y para el segundo siempre hay dos
contundentes sugerencias literarias, a las que acompaña sabrosa guarnición. Un
selecto vino de textos contrapone sorbos de aroma lírico a la ingesta de los
densos alimentos de la exégesis; y, después, una bien presentada bandeja de
postres de reseñas artísticas, donde se alternan los dulces tradicionales con
las frutas de temporada y el aromático café creativo, da paso a la generosa
copa de licor de alta graduación con la
que culmina este ágape de delicatessen.
No sé si resulta
acertada tal imagen gastronómica para el suplemento que el Heraldo de Aragón regala cada jueves a sus lectores y que es
especialmente apreciado por bibliófagos y gourmets
ilustrados. Me acojo al magisterio de Platón, quien filosofa sobre el amor
mediante el diálogo de los comensales del Banquete,
lo que dota de prestigio clásico al maridaje de lo intelectual con lo
culinario. En esa confianza, añadiré que el grand
chef de tan apetitoso convite, el que controla los ingredientes, las
recetas y los fogones, liderando a un excelente equipo de cocineros de buena
pluma, es un escritor genuino, en cuya tarea periodística rezuman su dominio
del medio, la abundancia de sus saberes y la pulcritud de su estilo, hasta el
punto de haberle merecido el Premio
Nacional de Periodismo Cultural… como también obtuvo, a título personal, hace ya quince
años, nuestro Premio Búho por sus
valiosas aportaciones a la literatura.
Antón Castro, que
a sus obras de creación sumaba positivas experiencias de difusión cultural,
crítica y ensayo en prensa, en radio y
en televisión, asumió en 2002 la coordinación del suplemento semanal Artes y Letras, que iniciaba una segunda época, para continuar, con nuevo
formato y equivalente solvencia, el fecundo trabajo de Juan Domínguez Lasierra,
quien lo dirigió desde que, dos decenios antes, lo había puesto en marcha.
Esta segunda
etapa alcanza en el presente abril el número 500, lo que supone más de 4.000
páginas de amplio formato, copioso contenido y cuidada maquetación. Y registra
la participación de casi quinientos autores de portadas y de unos doscientos
cincuenta prestigiosos redactores, de los que algunos son firmas fijas bien
conocidas y otros de aparición frecuente, junto a un amplio contingente de
colaboraciones ocasionales, pues el cuadernillo abre la posibilidad de
expresión a voluntarios capaces. Pero no se estiman tanto esos indicadores
cuantitativos, como la calidad del producto, en el que se equilibran la
noticia, la crónica, la crítica, la glosa y la inspiración. El resultado no es
un mero catálogo de novedades de librerías y exposiciones, ni sólo un
escaparate de la oferta cultural del momento, sino que proporciona claves para
su interpretación, y sugiere pautas de orientación para navegar en el profuso e
inabarcable océano de la producción editorial y de la exhibición artística. Y
lo hace con acreditada independencia, sin hipotecas publicitarias, ni oscuros
acuerdos empresariales, ni subordinaciones a grupos, ni compromisos de mutuo
interés, que no son raros en publicaciones de esta especie.
Así que puede
apreciarse un sano eclecticismo en los criterios de selección de los textos,
que se refieren mayoritariamente a títulos de reciente aparición, pero sin
olvidar oportunas referencias a clásicos de todas las épocas, con motivo de
efemérides o de reediciones reseñables. El conjunto evidencia una combinación
armoniosa de aspectos informativos, formativos y creativos, que invita a la
lectura, promueve la inquietud intelectual y suscita el interés por la
actualidad literaria, plástica y arquitectónica, situando a esta publicación en
un nivel de excelencia que no desmerece ante sus homólogas de los diarios de
gran tirada nacional. Lo que no escapa a la mirada del búho, que disfruta cada
jueves con el banquete cultural de Artes
y Letras.
PREMIO
BÚHO 2015 A DAVID VELA
Por José
Ángel Monteagudo
Decía Ramón Gómez de la Serna
en una de sus divertidas greguerías: “en
las cajas de lápices guardan sus sueños los niños”. Quizá David Vela (Zaragoza, 1967), nuestro
premiado hoy, guardase multitud de aquellos sueños que a lo largo de su vida de
trabajo como artista hayan ido haciéndose realidad poco a poco a base de
trabajo y dedicación. Y es que David Vela, graduado en Filología Hispánica e
ilustrador profesional, ha obtenido como humorista gráfico más de 30 premios,
diplomas, menciones honoríficas y distinciones en certámenes tanto nacionales
como internacionales (Italia, China, Brasil, Bulgaria, Portugal o Irán −así
como el territorio nacional− saben de su buen hacer en este terreno), además de
hacer exposiciones de su obra en muchas salas de arte nacionales de prestigio.
Comentar que la cita
introductoria a esta glosa no es gratuita de ningún modo. David, además de ser
un estudioso de la obra del ilustrador Salvador Bartolozzi −del que ha escrito
diversos artículos, estudios y sobre el que versaba su tesis doctoral que
podemos visitar en la Biblioteca virtual Miguel de Cervantes−, también lo es de
la obra del ilustre escritor D. Ramón Gómez de la Serna. Y es en sus “Greguerías”,
esas pequeñas frases que atesoran humor, ironía y metáfora a un mismo tiempo,
donde nuestro artista se desenvuelve como pez en el agua para captar la esencia
de las mismas y llevarlas al terreno gráfico de forma magistral con su
portentosa imaginación. Su libro “Bestiario
de greguerías” (ACVF, Madrid, 2007) está dedicado a aquellas greguerías en las
que los animales −de las más distintas especies− son los protagonistas. Y no
sólo su obra dedicada a Gómez de la Serna termina con este “Bestiario”, dos
libros más están dedicados a él: “Los
muertos y las muertas” (Universidad de Alcalá, 2008) y “Ninfas y Calaveras”(Santiago de
Compostela, 2013), escogen textos del autor madrileño para seguir dando amparo
ilustrado a su prosa. Comentar que David ya tiene una extensa producción, ha
editado libros dedicados a Gustavo Adolfo Bécquer; “Leyendas aragonesas” (Prensas Universitarias, Zaragoza, 2005) y “El monte de las Ánimas”(Soria, 2009),
así lo certifican, además de alguna recopilación de su obra “Universo
Mundo”(Madrid, 2009) y participar en varios libros colectivos y antologías. A
día de hoy, recién salido a escena, aparece “Jolgorio del bueno”(Ed. Galaxia, A
Coruña, 2015), un disco−libro en el que los Titiriteros de Binefar, con Paco
Paricio a la cabeza, hacen las delicias de pequeños y mayores y en el que David
sigue aportando su maestría artística.
Y es que el trabajo de David no
solo abarca el espacio literario al uso. Ha colaborado en el teatro con los
mencionados Titiriteros de Binefar con el diseño de muñecos, cartelería,
decorados de espectáculos e ilustraciones diversas, trabajos que también ha
desarrollado con otras compañías tales como Trip Teatro (Brasil), la Plataforma
de Animación infantil (PAI), Teatro Luna de Arena o Teatro Che y Moche.
También es protagonista del
taller de ilustración de Greguerías, “La maleta de Ramón” con el que David
recorrió una gran parte de las Bibliotecas de la provincia de Zaragoza haciendo
partícipes a los niños de la misma bajo el epígrafe “Leer greguerías, dibujar
greguerías” con el ánimo de unir literatura y arte −tal y como él ya había
expresado en sus obras− así como de seguir animando e invitando a la lectura (el
título del taller inspirado, sin duda, en la “Conferencia maleta” que Gómez de
la Serna ofrecía llena de cosas asombrosas, combinación de poesía y humorismo y
de la que sacaba “la mano del orador” parodiando sus gestos además de otras
muchas sorpresas).
Y cerrando el ciclo de esta
glosa con su querido Ramón Gómez de la Serna y sus greguerías, quizá a David
Vela, como artista gráfico, le gustará identificarse con aquella que expresa; “Al sacapuntas no le interesa sacar punta al
lápiz, sino hacer tirabuzones”. Porque el artista siempre busca más allá de
lo práctico y los temas al uso, utiliza el arte como forma de vida, de pasión
por lo que hace y por cómo lo disfruta, y lo que es más importante por como ese
sentimiento nos es transmitido a los demás a través de su obra. David Vela es
de esos autores y en esta ocasión el “Búho” ha salido de las hojas de su
“Bestiario” particular para rendirle el reconocimiento de este premio.
Felicidades por el mismo, artista.
PREMIO BÚHO A
CARMEN BANDRÉS
Por José Mª SERRANO
Es para mí un placer y un honor
presentarles esta laudatoria en favor de Carmen Bandrés Sánchez-Cruzat.
Nació en Jaca aunque muy pronto se
trasladó a Zaragoza. Es Diplomada en Técnico de Empresas y Actividades Turísticas
por la Escuela Oficial de Turismo de Madrid. Estudió inglés y francés,
obteniendo el título superior en inglés de la Escuela Oficial de Idiomas, y en francés
del Instituto Francés de Zaragoza.
Es mujer inteligente, trabajadora, humilde,
discreta, alejada de toda vanidad, virtudes estas que no suelen premiarse hoy
en día ni figuran en los currículos, como si se tratara de voces reservadas exclusivamente
para su uso por los hagiógrafos.
Hace más de cuarenta años vieron la luz
los primeros artículos de Carmen Bandrés en el semanario jacetano El Pirineo Aragonés, continuando con la
publicación de trabajos en el Diario
Alto Aragonés, Diario 16, así
como en un nutrido grupo de revistas locales y nacionales.
Desde 1991 aparece en El Periódico de Aragón, en la sección
de Opinión, una colaboración semanal,
con temas centrados principalmente en aspectos culturales, sociales y medio
ambientales.
Es autora de un importante número de
relatos recogidos en diversas publicaciones, y también en libros escritos en
colaboración con otros autores. No es de extrañar, por lo tanto, que tan
profuso trabajo le proporcionara numerosos galardones. Citaré únicamente uno de
los que, con toda seguridad, causara a
Carmen mayor ilusión. Fue el que le concedió el Colegio Internacional Meres, de
Oviedo en 1997, siendo la primera y única mujer que ha recibido tal distinción.
Se dio la feliz circunstancia de que en aquella ocasión era presidente del jurado el ilustre académico
don Emilio Alarcos.
El año 2000 se publica la primera obra
individual de Carmen, bajo el título Las
ventanas del alma. Se trata de una compilación de narraciones que se
enmarcan en diferentes ambientes y épocas, con
personajes y situaciones de encuentros y desencuentros, reales como la
vida misma. Este libro fue seleccionado por the University of North Carolina y
recomendado para el estudio del español.
Posteriormente se editó Sedimetos,
una antología de artículos divulgados por el
Periódico de Aragón a lo largo de una década.
Siempre siguiendo un orden cronológico,
entre los años 2004 a 2007, Huerga & Fierro le publica tres
obras, Danza de Máscaras, apasionante historia de una joven que sufre
el agobio del acoso laboral. La voz queda de la gente del barrio, nueva
colección de relatos, de brillante prosa, donde los personajes manifiestan su más profunda intimidad; y su nueva novela El hijo del
sol, en la que se muestra la
facilidad mental del ser humano para crear ídolos y mitos.
En 2010 es Mira la editora de su tercera novela, Noches
de Azahar, que centra su argumento en la amistad, la educación de los
hijos y el espíritu de superación.
En 2012, editada nuevamente por Huerga
& Fierro, presenta María
Rosario de Parada, el arte de vivir. Se trata de la biografía novelada
de la genial periodista y escritora, quien precisamente fue, en un momento de
su vida, presidenta de nuestra Asociación.
Ese mismo año 2012, Carmen Bandrés es
designada cronista parlamentaria de las Cortes de Aragón. Su trabajo se
publicó, junto con otros en Crónicas Parlamentarias, VIII Legislatura.
He puesto de manifiesto distintas
facetas de esta fecunda intelectual aragonesa: periodista, escritora, biógrafa
y cronista, pero me falta citar una nueva, la de poeta. La literatura mundial
ha proporcionado infinitud de escritores que fueron también poetas. Es como si
la poesía marchara de la mano de la mayoría de los escritores. Del mismo modo,
la poesía ha ocupado también siempre un
lugar especial en la mente preclara de
Carmen Bandrés, aunque sus versos no llegaron a ver la luz hasta muy
recientemente, el pasado mes de marzo,
cuando presentó su primer libro de poemas en el Palacio de los Condes de
Sástago, El latido del cierzo,
editado por Editorial Pirineo, inspirada
miscelánea poética, escrita con esmero y profundo sentimiento. Espero que este
no sea el único libro de poemas en el conjunto de su obra.
Enhorabuena, Carmen, por este merecido
galardón que nuestra querida Asociación Aragonesa de Amigos del Libro te otorga, por decisión unánime
de su Junta Directiva, como premio a tu
ascendente carrera literaria.
FERNANDO GRACIA GUÍA
Por José Luis de Arce
Como ustedes saben, al menos quienes son socios, esta Asociación
Aragonesa de Amigos del Libro nacida en 1991 ha tenido a lo largo de su
historia ininterrumpida varios presidentes que han dedicado su tiempo y su
esfuerzo a impulsar y sostener la vida y actividades de esta ya veterana
entidad cultural que el año que viene va a cumplir sus primeros 25 años.
Me tocó el honor, por decisión del grupo de fundadores, de ser el primer
presidente; unos años más tarde ocupó el cargo y la carga el escritor y
periodista Luciano Varea a quien relevó a su vez, la escritora y también
periodista María Rosario de Parada, fallecida hace dos años, que puso todo su
entusiasmo a pesar de su edad ya entonces avanzada. Volví a ser Presidente una
temporada, hasta que finalmente tomo el relevo Fernando Gracia, ese hombre
orquesta de la cultura aragonesa en un momento en que la Asociación necesitaba
un nuevo empujón, y, sobre todo, alguien dispuesto a darlo. He dicho hombre
orquesta, y no creo que se me enfade Fernando, porque Fernando, al igual que
los hombres orquesta son polifacéticos y polifónicos y tocan a la vez varios
instrumentos, abarca múltiples aspectos de la cultura y es un ejemplo de ese
ecumenismo apasionado de quienes entienden, y mucho, de cine, uno de sus `principales saberes; de
teatro, de cuyo arte ofrece constantemente lecturas y recitales que van desde
los clásicos griegos y latinos hasta los más actuales; de la literatura y de
las letras en general, demostrando estar al tanto de lo último que se publica;
de la música, con cuyas asociaciones viaja a Bilbao cada año a las temporadas
de Opera que organiza la ABAO y de cualesquiera otras manifestaciones que
tengan que ver con la cultura en todas sus dimensiones, con iva o sin iva.
Durante estos 8 años en los que
desempeñó la presidencia de esta Asociación Fernando tuvo que tirar
constantemente de su agenda para comprometer actividades, conferenciantes,
presentaciones, pedir favores gratis et amore a amigos, literatos, poetas,
novelistas y demás fauna de la cultura de modo que cada mes, y les aseguro que
no es tarea fácil, la Asociación programase dos o tres actos mensuales como
venía haciendo desde siempre. Mantuvo, pues, la bandera en alto y se esforzó en
sostener viva y activa a la Asociación. Se mantuvieron los ciclos de cine, que
permitían una ajustada financiación de la revista Barataria, que se siguió
publicando con regularidad, alcanzando ya el número 35, un verdadero hito en la
historia de las revistas literarias que han visto la luz en estas tierras y se
dieron todos los años, puntualmente, los premios BUHO con los que la Asociación
premia cada año las iniciativas más destacadas en el ámbito de los libros y la
lectura.
Fernando se inició en estas tareas de
la cultura a los 18 años, cuando se vió con las tardes libres nada más
ocupar su puesto bancario en Eibar. Allí se acercó a un cineclub y comenzó a
leer sin descanso. Y sobre esa base primeriza construyó toda una vida dedicada
a las actividades culturales al tiempo que las hacía compatibles con su
dedicación profesional intachable. Ya en Zaragoza entró en contacto con el
mundo del teatro, reconociendo como maestro en muchos de sus saberes al
desaparecido Lumbreras, que fue también miembro de nuestra asociación. Y desde
que se quedó libre de las ataduras, desde que dejó de estar amarrado al duro
banco, no hay semana en la que Fernando no intervenga en alguna de las
múltiples asociaciones o entidades a las que pertenece o con las que colabora:
amigos de la música, la Albada, el Ateneo, la tertulia Perdiguer, Ambito
Cultural, la asociación aragonesa de escritores, el grupo Juglarías, algunos
clubes de lectura... Le queda tiempo para colaborar en revistas como Crisis,
Vínculo, Barataria y la del club 33. Siempre poniendo su enciclopédico saber al
servicio de la difusión de la cultura.
Este curriculum respetable y sus años de dedicación a la Asociación de
Amigos del Libro, librando denodadamente la batalla de la supervivencia en un
mundo no siempre favorable, fueron los elementos que decidieron a nuestro
jurado a premiar a Fernando, al término de su mandato como Presidente, con un
BUHO especial en este año.
Se lo entregamos junto con el reconocimiento por su labor y el cariño de
quienes hemos compartido con él en estos años nuestro interés por la cultura y
los libros.
PREMIO BÚHO 2014
A FRANCISCO JAVIER
URIZ ECHEVERRÍA
por Emilio Quintanilla Buey
Buenas tardes.
En las últimas décadas del siglo pasado,
no recuerdo cómo llegó a mis manos un pequeño libro; una plaquette, de apenas
15 páginas. Era el número 2 de “Los papeles de Tarazona”, donde el escritor
Sandro Key-Äberg, sueco a todos los efectos aunque nacido en Alemania,
explicaba cómo se debe leer un poema. Era un texto breve, muy claro y muy
sencillo. Siempre que he tenido que acometer la lectura de algún poema difícil,
de mensaje profundo o de complicada estructura formal, ese pequeño prontuario
de urgencia titulado Leer poesía me
ha sido de gran utilidad.
Por aquellas mismas fechas, hacia el año
1990, la Diputación Provincial de Zaragoza publicó en la colección Veruela un
libro de poemas de Iván Malinowski, uno de los poetas daneses más importantes
de la posguerra europea.
Ambos textos: la plaquette Leer poesía, del sueco Sandro Key-Äberg,
y el libro de poemas de danés Iván Malinowski, llegaron a mí en un perfecto
castellano, y constituyen solo una minúscula muestra de la ingente obra de
traducción que viene llevando a cabo un hombre que ha recorrido gran parte de
Europa, que ha residido tres décadas en Estocolmo, donde ejerció como traductor
en la Escuela Superior de Estudios Económicos, en la Dirección General de
Enseñanza Media y en el Ministerio sueco de Asuntos exteriores y sobre todo que
ha resultado ser imprescindible tanto para que en España, y en Hispanoamérica
conozcamos a los más importantes escritores de los países nórdicos, como para
que en esos países nórdicos puedan disfrutar con la lectura de Borges, García
Lorca, Neruda, Miguel Hernández, Alberti, Cortázar y otros muchos autores
hispanoamericanos.
El hombre al que me estoy refiriendo
nació y completó sus estudios académicos aquí, en Zaragoza. Se trata del
abogado Francisco Javier Uriz Echeverría, profesor de lengua española,
cofundador de La casa del Traductor de Tarazona, poeta, dramaturgo y sobre todo
artífice de una amplísima obra de traducción de autores daneses, finlandeses,
noruegos y principalmente suecos, habiendo colaborado también en traducciones
del esloveno, albanés, búlgaro y checo.
Defensor a ultranza de la libertad y de
los derechos civiles, muy querido en Zaragoza, Francisco Javier Uriz es además
un notable dramaturgo (seis obras de teatro, todas ellas estrenadas o emitidas
en cadenas de televisión o radio) y un poeta de fina sensibilidad con una
docena de poemarios publicados, algunos de ellos traducidos al danés, sueco,
polaco, turco, esloveno, albanés, rumano y búlgaro.
Pero Francisco Javier Uriz se considera
ante todo traductor de escritores nórdicos. Si hoy en España se conoce la obra
de prosistas de la talla de Lindgren, Bergman o Lundkvist, de dramaturgos como
Strindberg, Enquist o Lars, y sobre todo de poetas como Ekelöf, Malinowski,
Martinson, Diktonius, María Wein, etc. Es gracias a la impagable labor de
traducción de Francisco Javier Uriz, de quien se ha dicho que es la persona que
más literatura nórdica ha traducido en el mundo. Se calculan más de 9.000
páginas de unos 200 autores.
Francisco Javier Uriz, que además ha
querido dejar testimonio de su vida, ciertamente azarosa y apasionante, en dos
estupendos libros de memorias, ha visto premiada su actividad traductora en
numerosas ocasiones: el Gobierno Sueco le concedió la medalla Illis Quorum en
1985; el Gobierno búlgaro le distinguió con una de sus arquetas de Plata;
Zaragoza y Tarazona han reconocido varias veces su labor otorgándole diversos
premios, medallas y galardones, el Gobierno español le ha concedido el Premio
Nacional de Traducción en dos ocasiones: en el año 1996 por el libro Antología de la poesía nórdica y en el año 2012 por toda su
trayectoria como traductor, y en el año 2008 el Gobierno español le hizo
entrega de la Encomienda de la Orden del Mérito Civil.
Y hoy, en este acto, la Asociación
Aragonesa de Amigos del Libro quiere sumarse a esa larga, y probablemente
incompleta, lista de reconocimientos que he citado,
haciendo entrega a Francisco Javier Uriz Echeverría de uno de los Premios Búho
2015.
Enhorabuena.